miércoles, 25 de abril de 2012

TRIBUNAS y COLUMNAS DE OPINIÓN

    
      En esta entrada tenéis unos ejemplos de textos períodísticos, columnas de opinión y tribunas, para que os sirvan como  modelos y reconozcáis las características de cada uno.
     Las tribunas son más extensas, versan sobre temas de la actualidad y están escritos por autores de renombre y especialistas en un campo determinado que abordan la cuestión en profundidad, por lo que predomina el texto expositivo.
    Las columnas son más breves, hablan sobre temas de la actualidad, están escritos por autores conocidos que exponen el tema ofreciendo subjetivamente su opinión. A veces se mezcla el discurso literario, predomina la función expresiva del lenguaje.

TRIBUNA
Good luck!
Hoy estamos ya acostumbrados a ver los grandes momentos de nuestros deportes favoritos en televisión, repetidos una y mil veces. De modo que cuando el cine trata de representarlos artificialmente en toda su intensidad emocional, sentimos frecuentemente una cierta decepción: nos parecen poco auténticos. Como nunca veo partidos de fútbol, el que aparece en Evasión o victoria de John Huston, con Pelé y compañía, me resulta de lo más apasionante, pero mis amigos futboleros me han desengañado: tiene que ver poco con la realidad, ningún partido es así. Comprendo su objeción escéptica, porque a mí me pasa tres cuartos de lo mismo en muchas películas que pretenden recrear carreras de caballos. Los corceles protagonistas remontan desventajas imposibles para luego ganar cómodamente, cuando el jinete no se cae y luego vuelve a montarse pero en el caballo equivocado como Harpo en Los hermanos Marx en las carreras. Todo muy entretenido, aunque dolorosamente irreal. Quizá Seabiscuit sea una de las pocas que se salva de estas objeciones resabiadas…
Por eso he disfrutado tanto, como muchos otros aficionados al turf, con la excelente serie Luck protagonizada por Dustin Hoffman, cuya primera y única temporada acaba de terminar en nuestras cadenas. Además de contar con un elenco de magníficos intérpretes, de esos que en las series americanas e inglesas nunca suelen faltar pero que en esta destacan especialmente (entre ellas el exjockey campeón Gary Stevens, al que tantas veces vi ganar en carne mortal), ofrece una versión realista de las carreras. No sólo están bien filmadas, sino que el argumento de los episodios no se enreda en un rosario de amaños, trampas y dopajes -como suele pasar- para mostrar en cambio las rivalidades y alegrías de la pugna hípica tal como debe ser. Las ilusiones agridulces de los pequeños propietarios, los orgullos y desengaños de los jóvenes jinetes…o de los veteranos, la necesaria dureza de los preparadores y el misterioso e inconfundible amor al purasangre. También está presente la pasión por el juego, cierto, pero en sus justas proporciones y no faltan los gángsters, aunque dedicados a intentar apropiarse de los beneficios de los hipódromos y no a falsificar carreras.
Esta serie tan adictiva (al menos para algunos de nosotros, que bostezamos con Perdidos e incluso con Mad men) ha sido suspendida -al menos tal es el pretexto oficial- porque tres caballos murieron en accidente durante su rodaje. Coincide esta supresión con cierto vocerío que pide nada menos que la abolición del Grand National, la célebre carrera de obstáculos celebrada en Aintree, porque en la edición de este año han muerto en accidente dos caballos, entre ellos el favorito Synchronised. Desde hace años, los saltos del National vienen rebajándose y aliviándose, lo cual no impide que sigan ocurriendo accidentes mortales (que también pueden suceder en carreras lisas, como yo he visto tantas veces). Y es que a los caballos de carreras suele pasarles como a los humanos, que se mueren haciendo cosas: nosotros cayéndonos de un andamio, jugando al fútbol o saliendo en coche de vacaciones y ellos corriendo, saltando o hasta acalorados al cubrir una yegua. Pero cuando no hagan nada para no correr riesgos, los caballos no se morirán de uno en uno sino todos de golpe: ya no se les utiliza para el transporte o la guerra y apenas para labores agrícolas, pero además no sirven como animales de compañía. De modo que en cuando desaparezcan de los deportes y las películas, serán dulcemente borrados de la faz de la tierra.
Es la eutanasia para la especie criada por el hombre, la misma solución que se propone para los toros bravos, la compasión exterminadora. No lloremos por ellos: con tantos benefactores como hay en el mundo antes o después nos tocará a nosotros…


TEXTO 2

En el fuego del combate

La guerra española galvanizó la conciencia contemporánea. Dejó huella indeleble en la memoria de la humanidad como prueban las obras de Picasso, Orwell, Hemingway, Malraux o Azaña

Guernica fue bombardeada el 26 de abril de 1937. Entre el 3 y el 7 de mayo, estallaban en Barcelona los llamados “hechos de mayo”, el enfrentamiento armado en las calles (400/500 muertos) entre milicias de la CNT y del POUM, y fuerzas de orden público de la Generalitat catalana, apoyadas por fuerzas del gobierno de la República, sucesos cuyas consecuencias —ilegalización del POUM, asesinato de su líder Andreu Nin y fin del proceso revolucionario en Cataluña— iban a gravitar decisiva y perturbadoramente sobre la historia de la guerra española. Poco después, del 30 de mayo al 2 de junio, la República iniciaba en el frente de Madrid una ofensiva sobre La Granja y Segovia, con el objetivo precisamente de responder a la ofensiva de Franco en el norte —en el marco de la cual se había producido el bombardeo de Guernica— y evitar la caída de Bilbao.
Picasso empezó a pintar el “Guernica” el 1 de mayo, y lo terminó en cinco semanas de creatividad frenética. La operación republicana sobre Segovia y La Granja sirvió de marco a Hemingway para Por quién doblan las campanas. La revolución obrera de Barcelona y su liquidación en mayo de 1937 propiciaron el tema del libro de Orwell Homenaje a Cataluña, otro libro esencial. Azaña, el presidente de la República española, dictó la versión definitiva de La velada en Benicarló —su novela sobre la guerra, que aparecería en 1939— mientras permanecía aislado, y tal vez en peligro, precisamente en Barcelona y durante aquellos mismos días, 3 a 7 de mayo de 1937. Malraux estuvo trabajando en La esperanza, que salió en diciembre de ese año, igualmente desde el mes de mayo, un mes, pues, prodigioso para la creación literaria y artística, el mes en que Picasso empezó el Guernica y Malraux La esperanza, Azaña terminó La velada en Benicarló, y Orwell y Hemingway encontraron las experiencias decisivas para construir sus respectivos testimonios sobre la guerra.
La guerra española galvanizó, como sabemos, la conciencia contemporánea; dejó huella indeleble en la memoria de la humanidad. El Guernica fue —como certeramente escribió Calvo Serraller— “una alegoría moral sobre el horror bélico”. La esperanza, Por quién doblan las campanas, Homenaje a Cataluña, idealizaban la guerra española como la resistencia del pueblo español contra el fascismo, defendían la legitimidad de la causa republicana y glorificaban el romanticismo revolucionario —la “ilusión lírica” en palabras de Malraux— que inspiró a milicianos españoles y voluntarios extranjeros en la lucha contra la sublevación militar. Planteaban, en todo caso, cuestiones palpitantes, perspectivas, dilemas dramáticos, que mostraban la complejidad del conflicto español y la difícil ambigüedad del contexto moral en que se desarrolló. Orwell ya observó que la guerra civil española no era una mera guerra sino “el comienzo de una revolución”, y que su reducción a una cuestión de “fascismo versus democracia” omitía dimensiones esenciales, aspectos capitales, de la propia realidad.
El mito de Guernica encubrió que la guerra en Euskadi fue también una guerra entre vascos
Picasso había pintado un mito moral universal. La transformación, con el tiempo, de Guernica en un mito vasco —Guernica, el símbolo del odio del fascismo contra los vascos— distorsionó la verdad histórica. En palabras de Antonio Elorza, “Guernica” hizo de una derrota —la derrota del gobierno y el ejército vascos sancionada por la caída de Bilbao en junio de 1937 y la posterior rendición vasca en Santoña—, una victoria moral de Euskadi. El mito encubrió hechos decisivos (además, de la rendición): que la guerra en Euskadi fue también una guerra civil entre vascos, en razón del apoyo a Franco en Álava, Navarra y los importantes enclaves carlistas de Vizcaya y Guipúzcoa; que la fragmentación política del Norte republicano —y no, o no sólo, la lógica militar— fue probablemente la causa principal de la derrota de la República en la región.
En La esperanza —una sucesión de escenas de la guerra entre julio de 1936 y marzo de 1937—, Malraux hizo la apología de la estrategia comunista en España: disciplina, gobierno de unidad, militarización. Lo hizo en el mismo momento en que Orwell —que se unió a la milicia del POUM en diciembre de 1936, combatió durante cuatro meses en el frente de Aragón, presenció durante un permiso los “hechos de mayo” de Barcelona y que al reincorporase al frente recibió una muy grave herida en el cuello— denunciaba la liquidación de la revolución española por el Partido Comunista, la persecución del POUM por agentes soviéticos y policías filo-comunistas (hechos que Malraux no pudo desconocer) y la falsificación de la verdad de la guerra por la propaganda y la manipulación.
Por quién doblan las campanas, la historia de la operación contra un puente en la sierra de Madrid a cargo de una pequeña guerrilla republicana y de un dinamitero norteamericano, romantizaba y sentimentalizaba la guerra. Era la historia romántica del hombre —Robert Jordan— que muere por una causa, la República española, y una historia de amor (entre Jordan y María, la joven guerrillera que se recupera de las brutalidades —violación, asesinato de su padre— que había sufrido a manos de los fascistas). El libro de Hemingway exaltaba de forma evidente la causa republicana. Pero la novela incorporaba escenas, pasajes, elementos narrativos, que denunciaban la terrible dureza y las miserias políticas y morales de la guerra: la atroz matanza de fascistas —en el pueblo de Pilar, al comienzo de la guerra—, arrojados vivos, a una muerte segura, por una profunda garganta rocosa; la comodidad y placeres que disfrutaban asesores rusos, dirigentes internacionalistas y corresponsales extranjeros pro-republicanos, en los hoteles del Madrid republicano; la incompetencia de los mandos militares republicanos (con un retrato feroz de Miaja: “un viejo calvo, gafoso, estúpido, aburrido…” , “defensor de Madrid creado por la propaganda…”); la rudeza y tosquedad de la mentalidad, valores e ideas de los propios guerrilleros protagonistas —heroicos, sin duda— de la historia.
Homenaje a Cataluña exponía, literalmente, el lado oscuro del antifascismo
Homenaje a Cataluña exponía, literalmente, el lado oscuro del antifascismo: Orwell —el escritor que, como ha quedado dicho, se unió a la lucha contra el fascismo en España y que se sumó entusiasmado a la revolución proletaria que se desencadenó en Cataluña entre julio y diciembre de 1936— vivió los últimos días de su experiencia revolucionaria huyendo de la policía gubernamental, durmiendo en las calles, sabiendo que algunos de sus mejores amigos combatientes en la guerra habían sido encarcelados —y alguno torturado y muerto en prisión—, perseguido, en suma, por las mismas fuerzas con las que había venido a combatir y buscado por quienes hasta días antes habían sido sus propios camaradas.
La velada en Benicarló era la visión de la guerra como una alucinación colectiva, un libro devastador en el que Azaña vertió los sentimientos de tristeza, abatimiento y pesimismo con que reaccionó ante el levantamiento del 18 de julio de 1936, la expresión de su desolación por el fracaso de la República, cuyo final se equiparaba en la novela —lo hacían así varios de los personajes— con colapso del orden y la disciplina, desaparición del Ejército, revolución, ejecuciones y carencia de solidaridad nacional (Cataluña). La velada era la antítesis de la ilusión lírica de Malraux y del sentimentalismo hemingwayano: era la imagen de la guerra como una guerra espantosa, en la que la nación, España, había dejado de existir dividida en fracciones irreconciliables y arrastrada por el odio, el miedo y la violencia arrolladora de los propios españoles (y una guerra inútil, porque, en palabras de uno de los personajes, Pastrana —más o menos, Prieto—, la guerra no resolvería ninguno de los problemas históricos de España).
La guerra española fue todo menos simple. No escapó a la lógica que observó Orwell en su libro: a la degradación progresiva de toda guerra. En las novelas de Malraux y Hemingway, en muchas páginas de Homenaje a Cataluña, alentaba aquel romanticismo revolucionario que vivió la guerra española como la admirable resistencia del pueblo español contra el fascismo. Malraux ya advirtió en su libro que ello no era suficiente: que la guerra exigiría organizar el apocalipsis de los primeros días y meses. En La velada en Benicarló y en pasajes de Por quién doblan las campanas y Homenaje a Cataluña, el pulso y tono eran ya otros: la guerra como un trágico fracaso histórico.

Juan Pablo Fusi es catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid.


TEXTO 3:
LA CUARTA PÁGINA. PIEDRA DE TOQUE

La caza del gay

PIEDRA DE TOQUE. Lo más fácil e hipócrita es atribuir el asesinato de Daniel Zamudio a cuatro bellacos que se autodenominan neonazis. Ellos no son más que la avanzadilla repelente de nuestra tradición homófoba

La noche del tres de marzo pasado, cuatro “neonazis” chilenos, encabezados por un matón apodado Pato Core, encontraron tumbado en las cercanías del Parque Borja, de Santiago, a Daniel Zamudio, un joven y activista homosexual de 24 años, que trabajaba como vendedor en una tienda de ropa.
Durante unas seis horas, mientras bebían y bromeaban, se dedicaron a pegar puñetazos y patadas al maricón, a golpearlo con piedras y a marcarle esvásticas en el pecho y la espalda con el gollete de una botella. Al amanecer, Daniel Zamudio fue llevado a un hospital, donde estuvo agonizando durante 25 días al cabo de los cuales falleció por traumatismos múltiples debidos a la feroz golpiza.
Este crimen, hijo de la homofobia, ha causado una viva impresión en la opinión pública no sólo chilena, sino sudamericana, y se han multiplicado las condenas a la discriminación y al odio a las minorías sexuales, tan profundamente arraigados en toda América Latina. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, reclamó una sanción ejemplar y pidió que se activara la dación de un proyecto de ley contra la discriminación que, al parecer, desde hace unos siete años vegeta en el Parlamento chileno, retenido en comisiones por el temor de ciertos legisladores conservadores de que esta ley, si se aprueba, abra el camino al matrimonio homosexual.
Ojalá la inmolación de Daniel Zamudio sirva para sacar a la luz pública la trágica condición de los gays, lesbianas y transexuales en los países latinoamericanos, en los que, sin una sola excepción, son objeto de escarnio, represión, marginación, persecución y campañas de descrédito que, por lo general, cuentan con el apoyo desembozado y entusiasta del grueso de la opinión pública.
Los delitos de este tipo que se hacen públicos son sólo una mínima parte de los que se cometen.
Lo más fácil y lo más hipócrita en este asunto es atribuir la muerte de Daniel Zamudio sólo a cuatro bellacos pobres diablos que se llaman neonazis sin probablemente saber siquiera qué es ni qué fue el nazismo. Ellos no son más que la avanzadilla más cruda y repelente de una cultura de antigua tradición que presenta al gay y a la lesbiana como enfermos o depravados que deben ser tenidos a una distancia preventiva de los seres normales porque corrompen al cuerpo social sano y lo inducen a pecar y a desintegrarse moral y físicamente en prácticas perversas y nefandas.
Esta idea del homosexualismo se enseña en las escuelas, se contagia en el seno de las familias, se predica en los púlpitos, se difunde en los medios de comunicación, aparece en los discursos de políticos, en los programas de radio y televisión y en las comedias teatrales donde el marica y la tortillera son siempre personajes grotescos, anómalos, ridículos y peligrosos, merecedores del desprecio y el rechazo de los seres decentes, normales y corrientes. El gay es, siempre, “el otro”, el que nos niega, asusta y fascina al mismo tiempo, como la mirada de la cobra mortífera al pajarillo inocente.
En semejante contexto, lo sorprendente no es que se cometan abominaciones como el sacrificio de Daniel Zamudio, sino que éstas sean tan poco frecuentes. Aunque, tal vez, sería más justo decir tan poco conocidas, porque los crímenes derivados de la homofobia que se hacen públicos son seguramente sólo una mínima parte de los que en verdad se cometen. Y, en muchos casos, las propias familias de las víctimas prefieren echar un velo de silencio sobre ellos, para evitar el deshonor y la vergüenza.
Aquí tengo bajo mis ojos, por ejemplo, un informe preparado por el Movimiento Homosexual de Lima, que me ha hecho llegar su presidente, Giovanny Romero Infante. Según esta investigación, entre los años 2006 y 2010 en el Perú fueron asesinadas 249 personas por su “orientación sexual e identidad de género”, es decir una cada semana. Entre los estremecedores casos que el informe señala, destaca el de Yefri Peña, a quien cinco “machos” le desfiguraron la cara y el cuerpo con un pico de botella, los policías se negaron a auxiliarla por ser un travesti y los médicos de un hospital a atenderla por considerarla “un foco infeccioso” que podía transmitirse al entorno.
Estos casos extremos son atroces, desde luego. Pero, seguramente, lo más terrible de ser lesbiana, gay o transexual en países como Perú o Chile no son esos casos más bien excepcionales, sino la vida cotidiana condenada a la inseguridad, al miedo, la conciencia permanente de ser considerado (y llegar a sentirse) un réprobo, un anormal, un monstruo. Tener que vivir en la disimulación, con el temor permanente de ser descubierto y estigmatizado, por los padres, los parientes, los amigos y todo un entorno social prejuiciado que se encarniza contra el gay como si fuera un apestado. ¿Cuántos jóvenes atormentados por esta censura social de que son víctimas los homosexuales han sido empujados al suicidio o a padecer de traumas que arruinaron sus vidas? Sólo en el círculo de mis conocidos yo tengo constancia de muchos casos de esta injusticia garrafal que, a diferencia de otras, como la explotación económica o el atropello político, no suele ser denunciada en la prensa ni aparecer en los programas sociales de quienes se consideran reformadores y progresistas.
Ante la homofobia, las ideologías políticas se funden en un solo ente de prejuicio y estupidez
Porque, en lo que se refiere a la homofobia, la izquierda y la derecha se confunden como una sola entidad devastada por el prejuicio y la estupidez. No sólo la Iglesia católica y las sectas evangélicas repudian al homosexual y se oponen con terca insistencia al matrimonio homosexual. Los dos movimientos subversivos que en los años ochenta iniciaron la rebelión armada para instalar el comunismo en el Perú, Sendero Luminoso y el MRTA (Movimiento Revolucionario Tupac Amaru), ejecutaban a los homosexuales de manera sistemática en los pueblos que tomaban para liberar a esa sociedad de semejante lacra (ni más ni menos que lo hizo la Inquisición a lo largo de toda su siniestra historia).
Liberar a América Latina de esa tara inveterada que son el machismo y la homofobia —las dos caras de una misma moneda— será largo, difícil y probablemente el camino hacia esa liberación quedará regado de muchas otras víctimas semejantes al desdichado Daniel Zamudio. El asunto no es político, sino religioso y cultural. Fuimos educados desde tiempos inmemoriales en la peregrina idea de que hay una ortodoxia sexual de la que sólo se apartan los pervertidos y los locos y enfermos, y hemos venido transmitiendo ese disparate aberrante a nuestros hijos, nietos y bisnietos, ayudados por los dogmas de la religión y los códigos morales y costumbres entronizados. Tenemos miedo al sexo y nos cuesta aceptar que en ese incierto dominio hay opciones diversas y variantes que deben ser aceptadas como manifestaciones de la rica diversidad humana. Y que en este aspecto de la condición de hombres y mujeres también la libertad debe reinar, permitiendo que, en la vida sexual, cada cual elija su conducta y vocación sin otra limitación que el respeto y la aquiescencia del prójimo.
Las minorías que comienzan por aceptar que una lesbiana o un gay son tan normales como un heterosexual, y que por lo tanto se les debe reconocer los mismos derechos que a aquél —como contraer matrimonio y adoptar niños, por ejemplo— son todavía reticentes a dar la batalla a favor de las minorías sexuales, porque saben que ganar esa contienda será como mover montañas, luchar contra un peso muerto que nace en ese primitivo rechazo del “otro”, del que es diferente, por el color de su piel, sus costumbres, su lengua y sus creencias y que es la fuente nutricia de las guerras, los genocidios y los holocaustos que llenan de sangre y cadáveres la historia de la humanidad.
Se ha avanzado mucho en la lucha contra el racismo, sin duda, aunque sin extirparlo del todo. Hoy, por lo menos, se sabe que no se debe discriminar al negro, al amarillo, al judío, al cholo, al indio, y, en todo caso, que es de muy mal gusto proclamarse racista.
No hay tal cosa aún cuando se trata de gays, lesbianas y transexuales, a ellos se los puede despreciar y maltratar impunemente. Ellos son la demostración más elocuente de lo lejos que está todavía buena parte del mundo de la verdadera civilización.
© Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAÍS, SL, 2012
© Mario Vargas Llosa, 2012


COLUMNAS DE OPINIÓN
Heroísmo
Frente al pesimismo antropológico de los santos y héroes antiguos, los de hoy proclaman el optimismo y la alegría de vivir como la única salvación personal


Los santos y héroes antiguos, además de realizar grandes sacrificios, tuvieron que soportar la incomprensión, el desprecio o la burla de sus contemporáneos. Esos seres de bronce o escayola, hoy encaramados en altares o en pedestales urbanos, en su época fueron tomados por locos, ingenuos o estúpidos. Su genio consistía en llevar siempre la contraria. En medio de la molicie hacían restallar el látigo de la disciplina; contra el placer de la carne auguraban el terror de las postrimerías; cuando todo el mundo nadaba en la abundancia, se iban al desierto y ayunaban; en plena decadencia, navegaban mares desconocidos, descubrían tierras y realizaban hazañas imposibles; si la gente despilfarraba los bienes heredados, amenazaban con la llegada de una próxima miseria; en medio de la abundancia y de las costumbres disolutas predicaban una austeridad de esparto. El pesimismo antropológico era su divisa. En cambio hoy ser un héroe o santo laico consiste en todo lo contrario, en promulgar el optimismo y la alegría de vivir como la única salvación personal. Esta solución obliga, como antaño, a ir a contradiós. En medio de la depresión social, cuando todo parece venirse abajo, un héroe realmente actual debería levantarse cada mañana dispuesto a anunciar por radio, prensa y televisión la suerte inmensa que tenemos de estar vivos. Lejos de flagelarse en público como hacen ahora los políticos, los analistas, los moralistas y los contertulios rompeguitarras, que esparcen a diario el desánimo como una peste medieval, el nuevo heroísmo estriba en repetir una y otra vez la consigna de que mañana saldrá el sol y habrá trabajo, remontará la economía, las tarjetas de crédito recobrarán la energía en los cajeros automáticos y pronto volverá el lujo del brazo de la codicia. El optimismo es hoy, a la vez, una virtud heroica y el último oxígeno. Como es lógico, quien propugne este ingenuo entusiasmo será tomado por idiota. No importa. Cuando en el futuro levante la crisis y vuelvan las arcas a llenarse de esplendor, el optimista de hoy, sin duda, habrá sido escarnecido e inmolado, pero siempre quedará alguien que le llamará visionario, le levantarán un pedestal y pasará a los libros de historia como el economista que estaba en el secreto de las pasiones humanas.

jueves, 19 de abril de 2012

TEMA 10: LA NARRATIVA ESPAÑOLA POSTERIOR A 1936: tendencias, rasgos principales, autores y obras más significativas


1. PANORAMA GENERAL:
La novela española de posguerra arranca con la pérdida de numerosas referencias literarias debidas a la muerte de Unamuno o Valle, y el exilio de otros como Ayala, Aub, además de la censura y la imposibilidad de importar libros extranjeros simpatizantes de la República ( Malraux, Heminway, …)



1.1. ORIENTACIONES NARRATIVAS:
Los narradores crearon una nueva tradición novelística que retomó los modelos de la narrativa realista de autores como Galdós o Baroja. Se rompió la continuidad con la línea de vanguardismo y experimentación iniciada en las décadas de preguerra.
En la novela de posguerra apareció la actitud de compromiso con la realidad. También en otras obras no manifestaban un compromiso ideológico, pero las historias narradas estaban cargadas de un clima de opresión individual.
Hacia los años sesenta, los autores empezaron a preocuparse por la forma de narrar, más que por el contenido. La INNOVACIÓN TÉCNICA llevada al EXPERIMENTALISMO, caracterizó la novela de los sesenta y los inicios de los setenta.
• Años cuarenta: conviven la novela nacionalista, el realismo tradicional y el tremendismo
• Años cincuenta: se incorpora la técnica del objetivismo y predomina la novela de compromiso social.
• Años sesenta: las innovaciones narrativas y la influencia hispanoamericana se notan en la novela experimental.
• De los setenta en adelante: variedad de modelos y multiplicidad de temas



2. NOVELA EN LOS AÑOS CUARENTA:
Esta novela se caracteriza por la presencia de la realidad como tema literario. Junto a Cela y La familia de Pascual Duarte, cabe señalar la presencia de Carmen Laforet con Nada (1944), que se trata de una novela de aprendizaje, que narra la vida de Andrea con sus familiares en Barcelona, donde estudia en la Universidad, en un ambiente opresivo, presenta una visión pesimista de la realidad.
Conviven varias orientaciones:


.1. NOVELA NACIONALISTA:
La novela de los vencedores de la Guerra Civil plasmó la visión ideológica de los falangistas y la reivindicación de sus valores tradicionales: la familia y la religión.
Destacan Camisa azul de Ximénez Sandoval, Javier Mariño de Torrente Ballester.



2.2. NOVELA FANTÁSTICA Y HUMORÍSTICA:
El humor y la creación de mundos imaginarios constituyeron buenos recursos para rechazar una realidad. Intentaron una superación del Realismo tradicional con una visión desencantada y escéptica. Destaca Wenceslao Fernández Flórez con su obra El bosque animado.



2.3. REALISMO TRADICIONAL:
La burguesía, sus valores y comportamientos constituyen el tema fundamental. Sus argumentos eran muy extensos. Sigue las técnicas de la novela tradicional y los personajes adquieren consistencia psicológica.
Destacan los nombres de Ignacio Agustí con Mariona Rebull o El viudo Rius; también José María Gironella con Los cipreses creen en Dios, que pretende ser un documento histórico sobre la Guerra Civil.



2.4. CAMILO JOSÉ CELA:
Con La familia de Pascual Duarte (1942) Cela inició otra manera de incorporar la realidad como tema literario, consistente en mostrar lo que en ella hay de sórdido y terrible, reflejando la crudeza, la violencia y lo más repulsivo de la España de aquella época. De tal modo que se puede decir que inaugura la nueva corriente del TREMENDISMO.
Esta obra supuso un revulsivo literario en un ambiente en el que dominaba la narrativa triunfalista. Su protagonista es un condenado a muerte que relata su vida llena de episodios terribles, como el asesinato de su propia madre.
Retoma la tradición del realismo decimonónico y de la picaresca, de la que retoma el modelo de la carta que explica una autobiografía y un narrador en primera persona y un transcriptor que dice haber encontrado los manuscritos en una farmacia de Almendralejo. El narrador escoge los episodios que más le han marcado, ya que su objetivo es demostrar que él no es malo, sino que la vida lo ha llevado a cometer actos terribles.
Otra de sus novelas fundamentales es La colmena (1951) con la que marcó el camino por la que discurriría la novela de los cincuenta. Es una obra producto de la observación de la sociedad madrileña, presenta al hombre corriente en su ambiente más cotidiano. Está cargada de pesimismo y refleja el Madrid de 1942, y los personajes se mueven por el sexo y el hambre. Aparecen otros temas como la humillación, la pobreza, el aburrimiento o la hipocresía. El protagonista es colectivo, el tiempo se reduce a tres días. Destaca por la técnica del diálogo, que hace avanzar al relato y muestra las características de los personajes. Podemos hablar de que el narrador interviene desde el punto de vista de la cámara cinematográfica, que va relatando sólo que enfoca.
Otras obras de Cela:
Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes
• Mazurca para dos muertos
• Viaje a la Alcarria

2.5. NOVELA EN EL EXILIO:
Los narradores exiliados desarrollaron su obra de diversas maneras: desde el realismo tradicional hasta el vanguardismo.
Abordaron principalmente temas de contenido social y de recuperación de la realidad española.
Destaca en este momento Ramón J. Sender, en cuya obra es recurrente la indagación en los más diversos aspectos de la naturaleza humana: El rey y la reina, ambientada en la Guerra Civil. Pero la más importante es Réquiem por un campesino español (1953), que narra la historia de Paco, un campesino que es fusilado por un grupo de nacionales durante la Guerra. El relato lo constituyen los recuerdos del sacerdote Mosén Millán, que lo educó.
Por otro lado, mencionaremos a Max Aub, cuya narrativa oscila entre el realismo tradicional de Las buenas intenciones y el vanguardismo de Juego de cartas ( obra escrita a modo de naipes que como en una baraja el lector puede mezclar como guste. Pero, su serie más importante es Campos, donde relata acontecimientos autobiográficos durante la Guerra y en el exilio en los campos de concentración de Francia.
Rosa Chacel muestra una clara influencia de Ortega y Gasset en sus novelas filosóficas. Su obra se desarrolla en exilio y destaca La sinrazón, Barrio de Maravillas de 1976.
Otros autores en el exilio: Francisco Ayala, María Teresa León, Ernestina de Champourcin.

3. NOVELA EN LOS AÑOS CINCUENTA:
Continuó la tradición del realismo de los cuarenta. Esta narrativa nació bajo la influencia de La colmena y de los autores norteamericanos y franceses.
Intentaron reflejar la situación que vivían los españoles de la época: la pobreza, la emigración del campo a la ciudad, el chabolismo, la alienación de los trabajadores sin tiempo de ocio, la frivolidad de las clases altas.
Se tiende al protagonismo colectivo, se reduce el argumento, los personajes conversan imitando la forma de hablar de cada clase social.
Se incorporaron técnicas de la narrativa extranjera como el conductismo o behaviorismo norteamericano, que imitó la interiorización en los personajes, para centrarse en lo que podía ser demostrado por la conducta humana. Así, como el objetivismo francés que influyó en la presencia de un narrador objetivo que no interviene en la narración y que sólo muestra los hechos.

3.1. TENDENCIAS DE LOS CINCUENTA:
A) TENDENCIA SOCIAL:
Los narradores sociales entendieron la literatura como una forma de concienciar al público y de influir en su postura ideológica.
Tratan temas como la emigración a la ciudad, el trabajo y las injusticias…

B) TENDENCIA NEORREALISTA:
Consideraban que la realidad implicaba las vivencias personales del individuo, lo que permite observar temas como la soledad, la frustración o la decepción.
Aquí destacan Ignacio Aldecoa con sus novelas Con el viento solano (1956), El fulgor y la sangre, con las que realiza una pintura de los distintos sectores de la sociedad de posguerra. También, Sánchez Ferlosio con su obra El Jarama, ejemplo de la técnica conductista, el relato ofrece una visión fatalista de la vida, los personajes no se revelan, tiene un protagonista colectivo: un grupo de adultos en una taberna y una pandilla de jóvenes que van a pasar un día de baño al río Jarama, sigue la técnica del punto de vista de la cámara cinematográfica.
Junto a ellos señalaremos a Ana María Matute y Carmen Martín Gaite con Entre visillos.

4. NOVELA DE LOS SESENTA:
En la década de los sesenta tres obras muestran con claridad los nuevos rumbos de la narrativa española:
Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos
Señas de identidad (1966) de Juan Goytisolo
Cinco horas con Mario (1966) de Miguel Delibes.
Los autores de estos años introdujeron novedades en el discurso narrativo retomando los hallazgos de la novela europea y americana de principios de siglo.
Se caracteriza por:
• Intervención y denuncia del narrador a través de la sátira y la parodia.
• Ruptura de la linealidad temporal: mezcla de tiempos, alternancia de historias…
• Monólogo interior directo o fluir de conciencia, desestructuración de la sintaxis.
Destacan en esta nueva narrativa de renovación autores como Miguel Delibes o Gonzalo Torrente Ballester con La saga/fuga de J.B.; Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé; Ágata ojo de gato de Caballero Bonald…

4.1. TIEMPO DE SILENCIO DE LUIS MARTÍN SANTOS:
La publicación en 1962 de Tiempo de silencio marcó un hito en la novela española por la búsqueda de nuevas formas que oponer al estilo de la narrativa social.
Esta obra posee influencias de Kafka, Joyce, e incluso en propio Baroja.
Realiza una radiografía de los diferentes grupos sociales del Madrid de los años cuarenta.
Abandona la técnica objetivista para utilizar el monólogo interior directo y la segunda persona, en un desdoblamiento del narrador, que se convierte en su propio receptor.



4.2. JUAN GOYTISOLO:
Con Señas de identidad (1966) introduce cambios fundamentales: la realidad se aborda desde distintos puntos de vista, su tema fundamental es el rechazo de una interpretación parcial de la historia y la cultura española, deja de lado el objetivismo, usa la segunda persona que coexiste con la tercera



4.3. GONZALO TORRENTE BALLESTER:
Con La saga/fuga de J.B. (1972), crea una novela de carácter intelectual basada en el monologo interior, en la que se mezclan pasado, presente y futuro. La historia española se ve sometida a una revisión paródica.


4.4. MIGUEL DELIBES:
La trayectoria de Miguel Delibes constituye una síntesis de las tendencias de la narrativa española desde la posguerra hasta la actualidad. Su obra se inicia con La sombra del ciprés es alargada (1948), novela existencialista, y continúa con el objetivismo de La hoja roja y con la introducción de las innovaciones narrativas de Parábola de un naúfrago.
Cinco horas con Mario constituye uno de los mayores logros novelísticos del autor: Carmen recuersa su vida anterior en un diálogo/monólogo con su marido, que acaba de morir y al que está velando.
Otras obras: Los santos inocentes (1981) se desarrolla en un cortijo y muestra la oposición entre la vida del señorito y la de los servidores, destaca el personaje disminuido psíquico de Azarías que mata al patrón después de que éste matase antes a una milana adiestrada que usaba en la caza; está construido sin respetar signos de puntuación. Otras obras destacadas son El camino (1950) y Las ratas (1962).

TEMA 11: EL TEATRO POSTERIOR A 1936. Tendencias rasgos principales, autores y obras más destacadas.

EL TEATRO ESPAÑOL DESDE 1936
1. PANORAMA GENERAL
La evolución del teatro español estuvo determinada por la Guerra Civil y sus consecuencias. A partir de 1939 el panorama quedó marcado por el exilio de autores como Max Aub, Alberti o Salinas, y por la desaparición de Lorca, Valle y Miguel Hernández.
2. ORIENTACIONES DRAMÁTICAS:
En los años de posguerra, la escena española estuvo dominada por un teatro “nacional”, al servicio de la dictadura. Triunfaban en los escenarios la comedia burguesa y el teatro de humor, que se caracterizaban por la evasión de la realidad de la época. Mientras los dramaturgos exiliados continuaron su producción fuera de España.
A finales de los años cuarenta irrumpió el teatro realista, de denuncia de la realidad. En 1949 se representó Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo y en 1952 se puso en escena Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre, ambas confirmaron esta tendencia realista.
En los años cincuenta, surge el teatro de vanguardia representado por Fernando Arrabal y Francisco Nieva.
Y en los años sesenta se desarrolla el teatro simbolista.
Estas orientaciones se ven influidas por el teatro europeo, sobre todo de Samuel Beckett con el teatro del absurdo
En los sesenta, triunfa el teatro evasivo, heredero de la comedia burguesa y a finales de esta década surgen los primeros grupos de teatro independiente.
Ya desde 1975 se inclinaron por un teatro de temas contemporáneo y desde la instauración de la democracia se recuperan en escena a los grandes dramaturgos anteriores como Valle o Lorca.
Este teatro contó con numerosos impedimentos como son los intereses de los empresarios teatrales, los gustos burgueses y la censura.


3. EL TEATRO DE POSGUERRA
La Guerra Civil supuso un profundo corte en la trayectoria teatral española; al terminar la contienda muchos dramaturgos han muerto (Valle, Lorca...) y otros están en el exilio (como Casona, Alberti...).
Ante tal situación no es extraño que proliferen en nuestra cartelera comedias extranjeras, de calidad mediocre, son lo que pide un público burgués para olvidar sus problemas. Su finalidad será la de entretener y transmitir una orientación ideológica. Pero como instrumento de diversión el CINE lleva ventaja con respecto al teatro.
El Estado y la Iglesia ejercieron una fuerte represión y los autores eran censurados o ejercían sobre sí mismos la autocensura.
En la producción de los autores españoles de los años 40 y principios de los 50 cabe señalar:
- Un tipo de alta comedia o comedia burguesa en la línea del teatro de Benavente, sin mayores pretensiones que la de entretener. Es un teatro de la continuidad sin ruptura. Los temas más empleados serán el amor, la familia, el matrimonio… siempre con fin moralizador.
Destacan los nombres de Pemán , Luca de Tena (¿Dónde vas, Alfonso XII?), Edgar Neville,... Se trata de un teatro caracterizado por el predominio de las comedias de salón o de los dramas de tesis, a veces con una amable crítica de costumbres unida a una defensa de los valores tradicionales.
- En el teatro cómico encontramos unas de las facetas más interesantes: la línea que va de Jardiel Poncela a Mihura. Jardiel se había propuesto renovar la risa introduciendo lo inverosímil; pero se encontró de frente con la oposición del público, con lo que su ingenio y audacia se vieron mermados. Destacan Eloísa está debajo de un almendro, Dos corazones con freno y marcha atrás, Los ladrones somos gente honrada.
Paralelamente encontramos a Miguel Mihura, en cuyas obras triunfa la bondad y la ternura, como en Tres sombreros de copa, Maribel y la extraña familia o Ninette y un señor de Murcia.
Algunos les han considerado los precedentes del teatro del absurdo.
- Teatro en el exilio presenta varias estéticas. En el destaca Alberti con su teatro político con obras como Noche de guerra en el Museo; también creó obras en el terreno del teatro poético como El adefesio.
Junto a él, encontramos a Max Aub con su drama San Juan que plantea las vicisitudes de unos judíos que huyen de los nazis en un barco y no pueden atracar en ningún puerto porque nadie les acepta.
- Nacimiento de un teatro grave, preocupado, inconformista, que se inserta en una corriente existencial. Dos fechas claves: 1949 con estreno de Historia de una escalera de Buero Vallejo, y 1953 cuando en un teatro universitario presenta Alfonso Sastre Escuadra hacia la muerte.

4. EL TEATRO REALISTA DE PROTESTA Y DENUNCIA
La citada fecha de 1955 vuelve a ser un hito. Nos encontramos ahora en una nueva etapa orientada hacia el teatro social.
Ha aparecido un nuevo público, juvenil y universitario, sobre todo, que pide otro teatro. Además, la censura se relaja levemente y tolera algunos enfoques críticos. Todo esto ocurre cuando en el conjunto de la creación literaria fragua la concepción del realismo social.
El teatro de testimonio social tiene como pioneros a Buero y Sastre. Aunque entre ellos se aprecian claras diferencias.
La temática del teatro social será:
- burocracia deshumanizada y la esclavitud del trabajador: El tintero de Carlos Muñiz
- las angustias de unos jóvenes opositores: Los inocentes de la Moncloa de Rodríguez Méndez
- la situación de los obreros que se ven obligados a emigrar: La camisa de Lauro Olmo
- la brutalidad de unos aldeanos instigados por las fuerzas retrógradas: Los salvajes del puente de San Gil de Martín Recuerda.
Lo común será el tema de la injusticia social y de la alienación. Y ante ello la actitud del autor será de testimonio o de protesta. Teatro comprometido.
Buero Vallejo buscó la moderna tragedia española, sus personajes despiertan compasión frente a la admiración que producían en las tragedias griegas; sus obras son síntesis de realismo y simbolismo; en ellas emplea el fenómeno de la inmersión que consiste en incorporar al espectador introduciéndolo en el mundo interno del protagonista. (Historia de una escalera, En la ardiente oscuridad, El sueño de la razón. La Fundación…)
De Alfonso Sastre destacaremos que participó en el teatro universitario y sus grandes intentos por renovar el teatro con obras en un solo acto, con saltos temporales donde crea un mundo onírico; Escuadra hacia la muerte cuenta la historia de unos soldados en la tercera Guerra Mundial que se rebelan contra la autoridad por no entender los motivos que llevan a esta guerra.

5. LA BÚSQUEDA DE NUEVAS FORMAS
Hacia 1970 otros dramaturgos se han lanzado a una renovación de la expresión dramática. Se supera el realismo y se asimilan corrientes experimentales del teatro extranjero. Surge así una nueva vanguardia teatral.
Destacan autores como José María Bellido, Francisco Nieva....
Su camino fue muy difícil; se encontraron con la censura, la oposición del público, sus novedades les alejaron del teatro convencional, del público mayoritario.
Fernando Arrabal, heredero del teatro del absurdo y teatro de la crueldad destaca con obras como Pic-nic, El cementerio de automóviles.
Otros como el manchego Francisco Nieva han ido adquiriendo un mayor reconocimiento con los años (Nombrado académico en 1986). Sus temas más comunes son la represión de la sociedad, el erotismo, la religión… dentro de la estética del teatro del absurdo. Crea sus obras con una técnica casi cinematográfica y destaca Pelo de tormenta.
Sus rasgos más comunes son que siguen siendo un teatro de protesta y denuncia. Su temática gira en torno a la dictadura, la falta de libertad, la injusticia, la alienación... Pero lo nuevo es el tratamiento dramático: se desecha el enfoque realista para sustituirlo por enfoques simbólicos o alegóricos: aparecen personajes como símbolos crueles(el dictador, el explotador...) Se recurre a la farsa, a lo grotesco, a lo esperpéntico; entra en juego el mundo de los sueños, lo alucinante... Grandes efectos escenográficos.
Hay que destacar el papel de los grupos de teatro independiente que actúan al margen de las cadenas comerciales: Los Goliardos o Tábano, Quart 23, Akelarre, TEU de Murcia, Els Joglars, Els Comediants...
Los herederos de comedia burguesa en los años sesenta están representados por Alfonso Paso( Las que tienen que servir) y Juan José Alonso Millán ( El cinanuro… ¿solo o con leche?, Golfos de cinco estrellas…)


6. EL TEATRO DE 1975 A NUESTROS DÍAS:
La llegada de la democracia hizo concebir esperanzas para el resurgir teatral en España. Con el final de la censura se recobra toda la libertad. Se fundan nuevos teatros como el Centro Dramático Nacional, el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas...
Sin embargo, las esperanzas no han sido las deseadas, no han abundado los nuevos autores con obras de valía. Se ha ido produciendo una paulatina desaparición del autor como figura principal del la producción teatral. Hay escasez de autores nuevos y obras de interés limitado. Todo ello frente a la competencia del cine, la televisión...
Destacan autores como Sanchis Sinistierra con ¡Ay, Carmela!; José Luis Alonso de Santos con Bajarse al moro, La estanquera de Vallecas, Yonkis y yankis
En los últimos años perduran algunos experimentos vanguardistas. El caso más significativo es el de Francisco Nieva con obras como La señora tártara, El baile de los ardientes...
También Fernando Arrabal con la representación de El arquitecto y el emperador de Asiria y El rey de Sodoma
Dentro de la experimentación vanguardista se inscribe asimismo la labor teatral de ciertos grupos de teatro independiente o teatro de calle como Els Comediants, La Cubana o La Fura dels Baus.

miércoles, 18 de abril de 2012

TEXTOS PERIODÍSTICOS: EDITORIAL

EDITORIAL



Populismo intimidatorio
Las instituciones internacionales deben rechazar el expolio de YPF por el Gobierno argentino



El País 18 ABR 2012



El conflicto desatado por Cristina Fernández con su decisión de expropiar el 51% del capital de YPF, acciones todas ellas propiedad del grupo Repsol, entra en una fase muy delicada en términos políticos y diplomáticos en la que, en todo caso, el Gobierno español debería evitar una política de cruda confrontación nacionalista. En respuesta a las razones enunciadas, pero no demostradas, de la presidenta argentina para decidir la expropiación, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, explicó ayer con detalle los movimientos inversores del grupo español en las concesiones de aquel país. Tales movimientos, ajustados mayoritariamente a las exigencias contractuales, ratifican que la expropiación es un expolio, agravado además con una ocupación inmediata de la sede de YPF en Buenos Aires, haciendo uso de recursos legales procedentes de la época de Videla, y la expulsión destemplada y descortés de los directivos españoles.
Los gestos del Gobierno argentino, calculados y hostiles, permiten deducir que la presidenta ha optado por una política populista e intimidatoria contra las inversiones extranjeras en Argentina. En especial las españolas, porque Cristina Fernández no se privó de amenazar veladamente a Telefónica. Incluso su alusión a la "trompa del elefante" refuerza la opinión de que su Gobierno busca desesperadamente un enemigo exterior al que culpar de sus fracasos energéticos. La presidenta y sus ministros necesitan un instrumento empresarial para seguir subvencionando la energía del país e YPF paga las consecuencias. En un reflejo propio de otra época, la presidenta argentina y la reducida camarilla que le asesora han confundido las reservas petroleras del país, que evidentemente son propiedad de los argentinos, con las acciones de una empresa que son propiedad de un grupo español. Su adquisición exigía la presentación de una opa, pero Buenos Aires, con mucho desparpajo y pocos escrúpulos, se ha saltado el trámite, es decir, la regla de juego.
Repsol recurrirá a los tribunales internacionales (Brufau anunció una demanda ante el Banco Mundial), aunque la Argentina de la señora Fernández se caracteriza por perder pleitos y no pagar. Y hay que negociar luego un justiprecio, aunque los tres años de plazo fijado para calcularlo sugieren un segundo expolio.
No es fácil la posición del Gobierno español. De forma atropellada, varios ministros han amagado con medidas económicas y diplomáticas que ahora tienen que concretar. La intensidad de tales medidas no puede ser muy alta, porque perjudicaría a los inversores españoles en Argentina; pero si se quedan cortas provocarán el rechazo de la opinión pública. La mejor opción es la ayuda institucional de la Comisión Europea. Bruselas ya ha suspendido un encuentro bilateral con Argentina; sería bueno que a ese rechazo se sumaran otras instituciones. El Gobierno de la señora Fernández se ha ganado a pulso que su país sea apartado inmediatamente del G-20.






Desinvertir en educación
No se puede afirmar sin datos que el recorte en la enseñanza será neutro para la calidad


El País 18 ABR 2012




Se ha dicho muchas veces que invertir en educación es invertir en futuro. Pues bien, en el enésimo incumplimiento de las promesas electorales del PP a cuenta de la crisis, el recorte de 3.000 millones en educación primaria y secundaria anunciado el lunes por el ministro José Ignacio Wert no solo va a truncar las posibilidades de mejora de las que dependía la capacidad del país para asumir los retos de la sociedad del conocimiento, sino que va a suponer una regresión a parámetros y condiciones que creíamos superados desde hacía mucho tiempo.
Por la forma en que se va a aplicar, el recorte supone, en la práctica, desinvertir gran parte del esfuerzo hecho en los últimos años. El número máximo de alumnos por aula pasará de 27 a 30 en primaria y de 30 a 36 en la secundaria obligatoria; los centros solo podrán pedir un interino para cubrir una baja a partir de 10 días de falta, y se elimina la obligación de ofrecer en cada centro al menos dos de los tres tipos de bachillerato existentes (normalmente se imparten ciencias y letras). Si el recorte va a concretarse, como se ha anunciado, en reducir las plantillas en una cuantía que aún no conocemos, pero que puede ser importante, y en sobrecargar a los docentes con más horas lectivas, más alumnos por clase y la sustitución de sus compañeros enfermos, ¿cómo se puede afirmar, como hizo el ministro, que eso apenas va a afectar a la calidad? Solo hay que acudir a las hemerotecas para comprobar cómo la reducción de esos parámetros y la posibilidad de que los docentes dispongan de más tiempo para actividades de refuerzo y preparación se han presentado por sucesivos Gobiernos de uno y otro color como elementos clave de mejora del sistema. Si ayer eran una mejora, su retirada no puede ser presentada hoy como algo neutro para la calidad.
La crisis obliga, ciertamente, a racionalizar y a tratar de optimizar, con medidas organizativas, los recursos disponibles. Pero no es eso lo que presentó el ministro a los consejeros de Educación, sino un recorte lineal que cada autonomía tendrá que administrar como pueda. La forma en que el ministro anunció a los consejeros el plan, sin un triste documento o una memoria que cuantifique su impacto, puede ser considerada además una falta de respeto en la que nunca debió incurrir el titular de una cartera que se llama Educación.

sábado, 14 de abril de 2012

TEMA 8: LA NARRATIVA ESPAÑOLA ANTERIOR A 1936: tendencias, rasgos principales, autores y obras más significativas.

A principios del siglo XX, en las letras españolas convivían diversas líneas narrativas: se siguieron cultivando el Realismo y el Realismo-Naturalismo; se desarrolló la novela erótica y la novela regenaracionista, que se hacía eco de las preocupaciones idelógicas de fin de siglo.

Surge un novela que se alejaba de los modelos decimonónicos. En 1902 se publican cuatro obras significativas: La voluntad de Azorín, Camino de perfección de Baroja, Amor y pedagogía de Unamuno y Sonana de otoño de Valle-Inclán. Cada uno, con su estilo peculiar, se alejó del Realismo en busca de la expresión de la realidad interior.


Esta novela se centra en las emociones personales e íntimas de los personajes. Se caracteriza por:



  • La historia en esta novela pierde relevancia frente al discurso.


  • Se centra en el mundo interior del protagonista.


  • El protagonista suele ser un ser inadaptado, artista bohemio, antiburgués...


  • La narración suele fragmentarse en estampas: selección de momentos significativos para el protagonista.


  • Presencia del protagonista y su pensamiento en los diálogos, los discursos indirectos y los extensos monólogos.


  • Influencia de SCHOPENHAUER en el pesimismo y la renuncia a la voluntad de vivir y a los sentimientos y pasiones del ser humano para poder superar el dolor y el sufrimiento.

AUTORES Y OBRAS


1. PÍO BAROJA:


Defendió una novela abierta a todas las posibilidades y proclamó la libertad absoluta para el escritor. Es un género en el que cabe la reflexión filosófica o psicológica, la aventura, la crítica... Sus protagonistas serán seres inadaptados que suelen fracasar en su lucha vital.


Las conversaciones constituyen la sustancia novelística de muchos de sus relatos. Los diálogos serán sencillos y verosímiles.




  • Camino de perfección: ( su protagonista, Fernando Osorio, oscila entre momentos de sufrimiento y estados de abulia)


  • El árbol de la ciencia: refleja la desesperanza moral y la desorientación de la España de la época a través de Andrés Hurtado, el protagonista, un estudiante de Medicina que pierde a su hermano pequeño, lo que le hace cuestionar a la ciencia; se enamora de Lulú, con la que se casa. Se suicida tras el nacimiento de su hijo muerto y el fallecimiento de su mujer.


  • Lucha por la vida (trilogía formada por La busca, Mala hierba y Aurora roja): relatos que ofrecen el reflejo de la sociedad madrileña de principios de siglo.


  • Zalacaín el aventurero


  • Las inquietudes de Shanti Andía


  • Memorias de un hombre de acción


  • El laberinto de las sirenas


  • Los amores tardíos

2. MIGUEL DE UNAMUNO:


Desarrolló en su producción poética los temas que le obsesionaban: la afirmación de la personalidad, la lucha contra el instinto, el afán de dominio sobre los demás, la muerte.


Sus novelas se centran en el conflicto íntimo de los personajes.




  • Paz en la guerra (novela histórica y realista)


  • Amor y pedagogía (1902) sobre el fracaso del positivismo.


  • Niebla (1914) presenta la lucha contra el determinismo a través de Augusto Pérez y su creador, el autor. (metanovela, "nívola")


  • Abel Sánchez sobre el tema del cainismo


  • La tía Tula


  • San Manuel Bueno, mártir sobre la pérdida de la fe de Manuel Bueno, un cura de pueblo que sustituye la falta de fe por la voluntad de creer.

3. AZORÍN:


En sus novela se anulan el moviento y el tiempo; la narración se fragmenta en instantáneas. Se revela contra los valores establecidos.




  • La voluntad (1902) es una novela impresionista, que sigue la técnica del collage. Su protagonista Antonio Azorín es un ser pesimista y falto de voluntad.

4. RAMÓN Mª DEL VALLE-INCLÁN:


Comenzó su trayectoria narrativa en el Modernismo. Progresivamente introdujo innovaciones hasta culminar en el esperpento.




  • Sonatas: memorias del Marqués de Bradomín, un don Juan decadente. Tratan los temas del amor carnal, la muerte y la religión.

Sonata de primavera, Sonata de estío, Sonata de otoño y Sonata invierno.




  • La guerra carlista: trilogía que propone un modelo de sociedad carlista, arcaica.


  • Tirano Banderas (1926): experimentó con la novela histórica. Narra la caída del dictador Santos Banderas. Ofrece los rasgos del esperpento, degradando personajes y acciones.


  • El ruedo ibérico: novela sobre la sensibilidad española, de personaje colectivo, España se convierte en un ruedo y donde se representa un espectáculo de violencia y muerte.

5. NOVELISTAS NOVECENTISTAS:


5.1. RAMÓN PÉREZ DE AYALA:


Creó una novela experimental intercalando el diálogo teatral y las historias intercaladas.




  • Troteras y danzaderas


  • A.M.D.G (Ad maioren deum gloriam)


  • La pata de la raposa


  • Belarmino y Apolonio

5.2. GABRIEL MIRÓ:


Creó una novela de profundo lirismo.




  • Las cerezas del cementerio (1910): sobre la lucha trágica entre el ser humano y la realidad hostil.


  • Nuestro Padre San Daniel (1921)


  • El obispo leproso (1926)

6. NOVELISTAS DE VANGUARDIAS:


Desarrollan las historias en la urbe cosmopolita, son un culto al progreso.


6.1. RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA:


Sus novelas está inspiradas en su vida. Destacan los temas eróticos y la obsesión por la muerte.




  • La viuda blanca y negra (1918)


  • El novelista


  • La mujer de ámbar.

6.2. BENJAMÍN JARNÉS:


Sus novelas proclaman el deseo de libertad.




  • Locura y muerte de Nadie


  • Escenas junto a la muerte